Las deportaciones en medio de una emergencia sanitaria

La llegada repentina de la pandemia global de COVID-19 obligó a los gobiernos alrededor del mundo a adoptar medidas de emergencia para evitar el esparcimiento masivo del virus, así como para proteger la economía, el sistema de salud y proveer las mejores condiciones posibles a la población local y los ciudadanos que perdieron sus empleos debido a la crisis económica traída por la pandemia.

En el caso de los Estados Unidos, muchas de las medidas de emergencias implementadas por la administración actual, con el presidente Donald Trump liderando, afectaron tremendamente el sector de la inmigración, restringiendo procesos migratorios de todo tipo, incluyendo alternativas humanitarias para las comunidades de inmigrantes más vulnerables como los solicitantes de asilo.

Debido a la crisis sanitaria, el gobierno de Trump aumentó las restricciones y requerimientos para que los extranjeros puedan entrar a los Estados Unidos, y, además de eso, también permitió las deportaciones expresas en medio de una pandemia global sin precedentes en la historia reciente de la humanidad.

Con el término “remociones aceleradas o expresas,” hacemos referencia al derecho que tienen las fuerzas fronterizas como CBP (Aduanas y Protección Fronteriza) e ICE (Inmigración y Control de Aduanas) de deportar inmigrantes indocumentados en cuestión de horas, sin darles la oportunidad de presentar sus casos frente a un juez local o enviar una solicitud al USCIS (Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos). Este proceso es permitido bajo la premisa de emergencia sanitaria y con la aprobación del CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades) y el gobierno de Trump.

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CBP deporta ciudadanos estadounidenses recién nacidos

Una de las tareas de CBP es vigilar las fronteras y detener inmigrantes que intentan cruzarlas sin documentación legal y planean entrar a los Estados Unidos sin seguir los procesos establecidos por el sistema de inmigración local.

Cuando entidades como CBP o ICE detienen inmigrantes indocumentados, normalmente los llevan a centros de detención de inmigrantes o centros familiares, donde deben esperar a que sus procesos de deportación culminen o hasta recibir una respuesta a sus solicitudes de inmigración.

Sin embargo, el gobierno de Trump permitió que los inmigrantes indocumentados detenidos por las fuerzas fronterizas fueran deportados casi inmediatamente bajo motivos de emergencia sanitaria, incluyendo, en muchos casos, a menores de edad sin acompañamiento e incluso recién nacidos en los Estados Unidos.

De hecho, un reporte reciente de The Intercept revela que la CBP deportó a recién nacidos, junto con sus madres, a ambientes riesgosos y peligrosos en medio de la crisis de salud provocada por la pandemia global de Coronavirus. Es importante aclarar que los niños pequeños mencionados en el reporte nacieron en los Estados Unidos después de que las mamás cruzaran las fronteras sin documentación legal.

Según la ley local, cualquier persona nacida en territorio estadounidense tiene el derecho a recibir la ciudadanía. Sin embargo, según el testimonio de al menos tres madres inmigrantes, ellas fueron deportadas a México poco tiempo después de dar a luz en los Estados Unidos y sus recién nacidos no obtuvieron ningún certificado de ciudadanía.

El gobierno de Trump aún no ha hecho ningún comentario acerca de las acusaciones por parte de las mujeres deportadas con sus recién nacidos.

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